Las comunidades indígenas del suroccidente colombiano, representadas por las Autoridades Indígenas del Suroccidente (AISO), denunciamos y rechazamos enérgicamente el desplazamiento forzado que ha venido sufriendo el Resguardo Indígena El Águila en el municipio de Belén de los Andaquíes, Caquetá, desde el año 2020. Esta situación es el resultado de décadas de conflicto armado, abandono estatal y vulneración sistemática de los derechos de los pueblos indígenas en Colombia.
El departamento del Caquetá ha sido históricamente uno de los más afectados por el desplazamiento forzado en el marco del conflicto armado colombiano. Sus características geográficas y la falta de presencia estatal adecuada lo han convertido en un corredor estratégico para grupos armados ilegales, exponiendo a la población civil, y en particular a las comunidades indígenas, a múltiples formas de violencia.
El 9 de febrero de 2020, dos miembros de la comunidad Misak, Felipe Angucho Yunda y Pedro Aguncho Yunda, fueron encontrados sin vida a orillas de un río en el centro poblado Los Ángeles. Ante las constantes amenazas, hostigamientos y la falta de garantías de protección, la comunidad del Resguardo El Águila se vio obligada a desplazarse hacia el casco urbano de Belén de los Andaquíes el 12 de febrero de 2020. Desde entonces, más de 60 familias han tenido que dormir en un polideportivo, en condiciones precarias y sin la atención humanitaria adecuada por parte del Estado.
A pesar de las acciones jurídicas emprendidas por las autoridades indígenas del Resguardo El Águila, amparadas en la Ley 1448 de 2011 y el Decreto 4633 de 2011, las entidades estatales competentes no han brindado soluciones efectivas ni garantías para el retorno seguro de la comunidad. Esta situación ha socavado el tejido social y ha puesto en riesgo la pervivencia cultural del pueblo indígena en la región.
Hacemos un llamado urgente al Estado colombiano para que cumpla con su deber constitucional de proteger y garantizar los derechos fundamentales de los pueblos indígenas, en particular el derecho a la vida, a la integridad física y cultural, y al territorio. Exigimos medidas inmediatas para brindar atención humanitaria integral a la comunidad desplazada del Resguardo El Águila, así como acciones contundentes para desmantelar las estructuras armadas que continúan amenazando a los pueblos indígenas en el Caquetá y en todo el país.
Invitamos a la comunidad internacional y a la sociedad civil a solidarizarse con la lucha de los pueblos indígenas en Colombia y a exigir al Estado el cumplimiento de sus obligaciones en materia de derechos humanos y derechos de los pueblos indígenas. Solo a través de la unidad, la resistencia y la exigencia de nuestros derechos ancestrales podremos construir un país en el que se respete la diversidad étnica y cultural, y se garantice el buen vivir para todas las comunidades.
“Con la fuerza de la gente y la sabiduría de nuestros ancestros, seguiremos defendiendo la vida y el territorio”
Movimiento de Autoridades Indígenas del Suroccidente – AISO